MARTIN LARIOS Y HERREROS, PRIMER MARQUES DE LARIOS
Martín Larios y Herreros, que sería el primer marqués del citado apellido, casó con Margarita Larios y Martínez de Tejada, oriunda, como él, de Laguna de Cameros, de cuya ciudad llegó a la nuestra acompañada de su hermano Carlos, y ambos quedaron establecidos en Málaga. Este Carlos Larios y Martínez de Tejada seria después el primer marqués de Guadiaro. Con la boda de Martín Larios y Herreros y Margarita Larios y Martínez de Tejada se inicia, pues, el tronco familiar.
La figura Martín Larios y Herreros, primer marqués del mismo apellido, (que recibió el título de manos de Isabel II en 1865), ha sido el verdadero motor familiar, el auténtico iniciador del progreso de la misma, diversificando con gran inteligencia los frentes de su actividad mercantil.

MODELO DE EMPRESARIOS
Muchas y muy atractivas etapas protagoniza la Casa Larios desde las primeras fundaciones mercantiles a partir de la invasión francesa. Pero de modo particularmente claro aparece la etapa de Martín Larios e Hijos, ciclo 1831-184S, en el que se refleja «una etapa marcadamente prestamista», así como el período 1846 1861, «fase de gran auge y desarrollo económico», significadamente puesta de manifiesto en la participación activa en grandes empresas, interviniendo en la Industria Malagueña, Ferrocarril Málaga-Córdoba, Sociedad de Vapores, Compañía de Seguros y Banco Málaga.

Llegado a este punto del relato sobre la Casa Larios y contemplada a nivel muy general habría que asegurar que la institución logra, en su tiempo, ser el modelo que constantemente copian otros empresarios, grupos de ellos de toda Andalucía. Tal fue la influencia que sus procedimientos tuvieron en la España de los primeros cuarenta anos del siglo_ XIX- Y no s61o esta influencia se refería al modelo mercantil, sino al propio familiar, en virtud del cual menudearon matrimonios entre parientes que conseguían, entre otras cosas, consolidar posiciones económicas y, de por otro lado, sumar capitales en efectivo que venían a representar nuevas posibilidades para las castas respectivas.

Habíamos mencionado ya dos períodos brillantes y activos de la Casa Larios, años 1831-1845, caracterizados «por una pauta marcadamente prestamista», y 1846-1861, fase de auge industrial representada por la participación de la Casa en la Industria Malagueña, Ferrocarril Málaga- C6rdoba, Sociedad de Vapores, Compañía de Seguros y Banco de Málaga.
Pues bien, hay ahora que anotar otras importantes realizaciones industriales, mercantiles y promocionales como son los ingenios azucareros en la zona oriental de Málaga, concretamente en Torre del Mar; las fábricas de aceites y jabones, en la vieja zona perchelera, calle de la Constancia y aledañas de la parroquia del Carmen; sociedad industrial y agrícola, mediante la canalización de los ríos Genal y Guadiaro, etc., hasta llegar a explotaciones mineras.